El idioma español, como hoy día lo conocemos en la práctica oral o escrita, ha ido evolucionando a la par de la historia universal.
Generalmente encontramos que todo tiende a sufrir cambios ya sea para bien o para mal, se ha venido analizando desde la historia del hombre, lo que originó cambios en la forma de comunicarse de forma oral o escrita, hasta los nuevos inventos y la llegada de la tecnología.
También se han brindado datos acerca de cuando surge el primer alfabeto o la lengua más antigua. En este aparatado se busca principalmente dar a conocer lo que tuvo que suceder para que el idioma español llegase a ser como se le conoce actualmente, gracias a este la sociedad puede comunicarse, no sólo en México sino en muchos otros países que lo hablan, actualmente incluso extranjeros buscan aprenderlo para poder interactuar.
Latín origen del idioma español y lengua de Roma
Según el Programa Nacional de Formación de Profesores, Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, el latín era la lengua oficial de Roma, potencia que tenía gran poder en épocas pasadas y gobernó gran parte del mundo. El imperio iba conquistando y expandiendo su lengua.
Es importante mencionar que el latín de los romanos era distinto al de los literarios o la lengua latina literaria que ha quedado manifestada en obras escritas, así también muestra diferencias con la lengua con la que hoy día se escribe o bien la que se usa como medio de interacción.
La lengua española tiene su origen precisamente en el latín pero no el culto (original) sino el hablado o también el llamado vulgar, mismo que se expandió y evolucionó rápidamente, fenómeno que no sucedió con el latín culto.
Lenguas romances
La causa de que surgieran diversas lenguas es la falta de comunicación que existía entre las regiones romanas con el gran imperio del centro Roma. Estas lenguas son las que se conocen como romances. Se fue mezclando el latín con las lenguas originales de los territorios y a esto se le conoce como sustrato lingüístico. En la Península Ibérica, por ejemplo, se originó el latín vulgar hispano, de donde proviene la lengua española de nuestros días.
Se dice que no hay un criterio riguroso para delimitar que se trata de una lengua o de un dialecto, por esta razón las lenguas romances pueden variar en número entre 6 y 11, las que han sido más conocidas son: italiano, rumano, español, francés, portugués, provenzal y catalán entre otras.
Como ya se ha dicho, la lengua española es una transformación del latín vulgar y ha tenido sus propios cambios, quien se encarga del estudio de la evolución de las lenguas es la Gramática histórica. Si se analizan diversos párrafos, representando diferentes etapas del español, se puede percibir que la ortografía es distinta, además resulta complicado entender las expresiones antiguas, tanto en la pronunciación, vocabulario, así como en la sintaxis.
La evolución del idioma es tan notoria que se dice que si un español del siglo X se encontrase con un americano o español del siglo actual no podrían entenderse. La difusión de la imprenta, la alfabetización y la aceptación, fueron algunos de los factores que condujeron a la estandarización de la lengua. Los mismo hábitos de escritura y lingüísticos han transformando la lengua, aunque ha tenido su espacio de estancamiento o se ha manifestado un paro en la evolución, los aspectos religiosos también mostraron su intervención ante estos cambios.
Castellano
En el siglo VII, la invasión musulmana de la Península Ibérica hace que se formen dos zonas bien diferenciadas. En Al-Ándalus, se hablarán los dialectos romances englobados con el término mozárabe (esto es, influidos por el árabe), además de las lenguas de la minoría extranjera-invasora alóctona (árabe y bereber). Mientras, en la zona en que se forman los reinos cristianos desde pocos años después del inicio de la dominación musulmana, comenzará una evolución divergente, en la que surgen varias modalidades romances: la catalana, la navarro-aragonesa, la castellana, la astur-leonesa y la gallego-portuguesa.
A partir de finales del siglo XI es cuando comienza un proceso de asimilación o nivelación lingüística, principalmente, entre los dialectos románicos centrales de la península ibérica: astur-leonés, castellano y navarro-aragonés, pero también del resto. Este proceso es el que dará como resultado la formación de una lengua común española, el español.
Una página del Cantar del mio Cid en castellano medieval.
Influencia de otras lenguas hacia el idioma español
Un idioma relacionado es el vasco, su fundamento está en algunos fenómenos como: fonéticos, la pérdida de la f – inicial latina (formica-hormiga); morfológicos, sufijos –arro, orro, urro (machorro, baturro); léxicos por la palabras que no tienen un origen etimológico en el latín y se propone su origen en lenguas prerromanas (manteca, perro, burro, etc.). El vasco sigue aportando más vocablos (ascua, pizarra, boina, aquelarre, etc.)
Por otro lado, alrededor del año 409, las lenguas germanas agregaron términos al latín y de allí se trasladan al español, algunas palabras son: guerra, robar, espalda, falda, sala, etc. Los visigodos tuvieron poca influencia en el aspecto léxico: guardia, parra, rueca, ganso y onomásticos como: Álvaro, Fernando, Rodrigo, Rosendo, etc.
Términos árabes en el idioma español
Alrededor del 712 se encuentra la fuerte intervención léxica árabe: en la guerra (adalid, atalaya, toga, tambor, etc.), en la agricultura (acequia, noria, alcachofa, alubia, zanahoria, alfalfa, azucena, etc., en el aspecto monetario (arancel, tarifa, aduana), en cuanto a las medidas (arroba, quintal, fanega), en la vivienda (aldea, zaguán, alcoba, azotea), en matemáticas (algoritmo, guarismo, cifra, álgebra).
Esta influencia árabe sólo intervino en léxico, no modificó la fonología, ni la morfología, únicamente se agregó el í de adjetivos y gentilicios, además de ser el origen de la preposición hasta. Existen aproximadamente 4.000 términos árabes.
Sin embargo, también se ha presentado la intervención o influencia de lenguas modernas, como es el caso de los galicismos en el siglo XVIII vocablos franceses, desde la época de Carlos II, por ejemplo: arribar, comandar, detalle, intriga, chaqueta, pantalón, corsé, buró, sofá, etc. Gracias a las actividades del capitalismo entran galicismos como: explotar, finanzas, cotizar, garantía, aval, etc.
La influencia de la lengua italiana se ve reducida al arte y la música, ya que disminuye en los siglos de oro: terracota, diletante, aria, partitura, libreto, batuta, etc. Así como desde otra clasificación: ferroviario, analfabetismo, casino, fiasco. La influencia inglesa en el siglo XVIII hace su aparición como participante de la formación de la lengua español, gracias a la expansión política, económica y territorial de los Estados Unidos de América.
El español de América
La llegada de los españoles a América, en su descubrimiento, se compara con la expansión de su lengua como tuvo Roma en sus territorios. La conquista española en el continente americano coincide con la temporalidad de auge de España en el continente europeo, y así como lo hizo Roma, expandieron la lengua española en América, que ya era por demás conocida.
El español es una de las lenguas romances que aún sobreviven y es considerado una lengua con un fuerte carácter cultural, más allá del número de hablantes en el mundo, ya que existen otros idiomas como el inglés y el chino que superan sin duda al español en hablantes, pero desde el sentido cultural, de historia y estructura del mismo, el español es un idioma respetable en México, Latinoamérica y el mundo.
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